A Fundación Karisma investigou as capacidades técnicas e os instrumentos legais colombianos sobre vigilância na internet e outras fontes abertas e afirma: "Os recursos OSINT que estão sendo adquirido para patrulha cibernética são ilegais, conceitualmente incertos e preocupantes".
En suma, que el ciberpatrullaje se desarrolle en una norma infralegal, que no aclara qué es, cómo se hace y quiénes están autorizados para realizar ciberpatrullaje significa que no se cumplen los estándares internacionales de derechos humanos de legalidad, necesidad y proporcionalidad que son los que deben desarrollar toda norma que imponga restricciones a derechos humanos 40. [...] A la sombra de un marco legal débil, el ciberpatrullaje sucede en la prá ctica sin ninguna claridad conceptual y con unas capacidades preocupantes. Por otro lado, no hay pruebas de que Colombia esté avanzando en la construcción de garantías para un uso democrá tico de estas herramientas de OSINT; con respeto a los derechos humanos, contrapesos y transparencia de cara a la ciudadanía. Colombia, en línea con lo que sucede en la región Latinoamericana, está en mora de regular las tecnologías que facilitan la vigilancia masiva.